“Es un palo psicológico duro, pero yo me encuentro muy bien y seguiré
en casa hasta que consiga mi primer negativo”, asegura
“Me ha cambiado la vida en dos meses”. El vallisoletano Jose Luis Pérez tiene 75 años, es padre de tres hijos y abuelo de seis nietos y padece el coronavirus
desde alrededor de un mes y medio. Afronta a “corazón abierto” esta pandemia puesto que
unas semanas antes había sido operado de urgencia tras sufrir un infarto.
Este
héroe vallisoletano tuvo sus primeros síntomas el 20 de marzo en pleno brote
del virus: “Me dolía todo el cuerpo, tenía fiebre y dificultad para respirar,
llamé al médico y me llevaron al hospital”, señala. Le hicieron la prueba y
resultó positivo, además, de poseer una fuerte neumonía. Los médicos decidieron
ingresarlo en el hospital Clínico de Valladolid, debido a que era un paciente
de riesgo. Pasaban los días y lo que sentía era incertidumbre, apatía, melancolía, ya que estaba postrado en una cama,
incomunicado y sin poderse levantar de la cama.
“Lo
peor de esta situación ha sido verme solo en el hospital sin mi familia “,
comenta Jose Luis. Allí permaneció durante 15 días hasta que
superó la neumonía, le repitieron la prueba y llegó su segundo
positivo. Sin embargo, los sanitarios decidieron que lo mejor era que acudiera
a su domicilio, aunque estuviera aislado. Su vuelta a casa fue un cúmulo de
sensaciones, pero cualquier solución era mejor que estar solo en el hospital.
Día a día fue mejorando hasta no presentar ningún
síntoma, cumplió su cuarentena en casa y hace cinco días le repitieron su
tercer test y llegó su tercer positivo: “Es un palo psicológico duro, pero yo
me encuentro muy bien y seguiré en casa hasta que consiga mi primer negativo”.
Su
carácter luchador, su máxima responsabilidad y sus ganas de avanzar llevarán al
vallisoletano a superar los restos del virus, ya que cuenta con el apoyo de su
mujer, María Gómez, con quien lleva casado cincuenta años: “Estoy muy orgullosa
de él, ya ha pasado lo peor y pronto podremos salir juntos de casa”.
Pero
Jose Luis no es el único afectado de su familia por esta pandemia. Su sobrina,
Pilar Miguel, madre de familia de 50 años, también dio positivo, pero su
situación fue diferente, vivió el virus en su casa. Cuando comenzó con los
primeros síntomas, contactó con su médico habitual que le fue dando
instrucciones para superarlo en su vivienda, ya que la mujer no era paciente de
riesgo. Los primeros días: “Tenía una tos muy fuerte, apenas podía respirar y
llamé al 112 pero lo único que me decían es que tomara los medicamentos y que
no fuera al hospital”. Fueron días muy duros en los que reinó el nerviosismo y
la preocupación en su familia, ya que Pilar tenía fiebres muy altas y nadie le
daba soluciones.
Poco a poco, con más dosis de medicina, fue recuperándose hasta que
actualmente puede alardear de haber superado el Coronavirus tras dar negativo
en la prueba que le realizaron la semana pasada. “La vida me ha dado una
lección y a partir de ahora disfrutaré más de ella y de mis hijos”, declaró
emocionada la protagonista.
Pilar
y Jose Luis, han vivido este virus de manera diferente, pero ambos reconocen
que ha sido un golpe de realidad que nunca olvidarán.Volverán a brindar y a reunirse con toda la familia
cuando Jose Luis salga vencedor del duelo con esta pandemia. Pasará la tormenta
y llegará la calma para la familia Pérez.
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